¡20 años de churris! 😉😊

F en el chat por esta entrada, debió ser publicada mucho antes. Perdón por las molestias. 😬

 

Efectivamente, el 25 de junio hicieron 20 añazos desde que se conocieron mis padres. Cómo pasa el tiempo... Para celebrarlo, el día como tal (25-Jn) fuimos a la heladería Roma a tomarnos un helado. 🍦 Yo me lo pillé de avellana-chocolate, mi padre de vainilla-chocolate, mi hermana doble chocolate y mi madre dulce de leche-nata. ¡Qué ricos! Eso sí, la carencia de servilletas nos resultó molesta (guiño más que obvio a Star Wars), en serio, no tenían servilletas, y la carta la mandaban por WhatsApp. ¿Y si no tienes móvil, qué? Bueno, es igual. Los helados estaban ricos, así que... qué mas da. Hoy tenemos pensado ir a cenar a un restaurante llamado Ginger, pero todavía no hemos ido, así que pondré unas líneas (----) para simular el paso del tiempo. El caso, que ya he grabado unas cuantas (dieciséis o diecisiete) canciones de Just Dance y Just Dance Redoo para escucharlas en el coche (Redoo es un crack, realiza fanmades [versiones no oficiales] de canciones relativamente famosas como si fueran hechas por el propio Ubisoft en Just Dance, y además, no se puntúa, lo que me viene genial para grabarlas). ¡Seguro que los viajes se nos pasan rapidísimo! Además de eso, en las Horas Felices de la World Dance Floor (como ya mencioné en la entrada anterior), he logrado alzarme con el PRIMER PUESTO en una canción, Jai Ho! (You Are My Destiny) con diferencia de un/a tal LumaJohnny, que no para de acaparar (a que no podéis decir eso muchas veces seguido sin trabaros) el podio en casi todas las canciones. Bueno, a todo esto, ¡qué ganas de ir a cenar! ¡Hasta ahora!
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Ginger (por dentro)

Bueno, bueno, bueno... escribo esto ahora mismo y os digo cómo fue la cena. El sitio era bastante elegante, y pedimos raciones que estaban muy ricas y también muy llenas de cantidad... No pudimos terminarnos la cena, pero doy fe de que estaba muy rica. Además, algunas de las canciones que se oían de fondo las conocía y me hizo bastante ilusión. Bueno, y además del restaurante, nosotros también nos pusimos un poco arreglados... De todas maneras, salimos de allí muy alegres y saciados.
Al acabar de cenar, dimos una vuelta por los alrededores y luego cogimos el autobús con el que habíamos venido (el mismo no, pero el mismo medio de transporte), y llegamos a casa.
¡Hasta otra!