Ayer nos dijeron que preparáramos la maleta para mañana (o sea, hoy) y que nos bajáramos un boli al desayuno. El desayuno de siempre, claro está. Más tarde fuimos a dar una (última) vuelta por Hastings y a realizar las últimas compras (en las que primó entre los alumnos un plátano estrujable, yo también me lo compré). En un centro comercial nos encontramos con una anciana que estaba un poco mal del cerebro y nos quería pegar. Corría rapidísimo, según fuentes estudiantiles*. (*Nada confirmadas.)
Luego nos trasladamos al aeropuerto, donde debíamos estar con antelación, para facturar y hacer los papeleos. El "pack lunch" que comimos allí era, esta vez, de taquitos de huevo duro con mantequilla y beicon, ¡por fin algo rico!
Luego, al revisar que no había líquidos en nuestro equipaje de mano, a M. S. se le olvidó meter en la maleta una jarra de cerveza falsa como "souvenir". Al contener líquido, por pequeño que fuera, se la tuvieron que tirar a la papelera. (¡Ánimo, que sólo fue un descuido!)
Después de un rato, montamos en el avión. Antes de eso, me cogí un periódico inglés para mis padres.
En el avión me tocó estar sentado con I. D. y N. C.. Hubo un pequeño conflicto pero se acabó solucionando, más o menos.
Y resulta que al salir del avión... ¿a que no sabéis con quién nos encontramos? Al Rubiales, el presidente de la federación española de fútbol, que había cogido el mismo avión que nosotros pero no nos habíamos enterado 😝.
En el aeropuerto, empezábamos a notar aires españoles, ¡por fin en casitaaaa! Adiós a las Pipas Random, a los madrugones y a los desayunos y pack lunch de siempre, pero hola a las familias, a Madrid, y... al cole. 😓 Aunque bueno, ya era hora, je, je, je. Luego fuimos en autocar al colegio, y nos encontramos con una espléndida bienvenida de la mano de nuestr@s herman@s. ¡Genial esa coreografía!
El reencuentro ya lo conocéis. Algunos lo habrán vivido emotivo, otros no tanto...
Pero bueno, todo se acaba, y este viaje me ha parecido un antes y un después en mi vida, no solo por viajar al extranjero sino por convivir con mis amigos y hacer otra forma de vida. Ha sido una experiencia totalmente grata que espero poder repetir en un futuro.
Gracias a María y Dani, profesores del centro que nos han ayudado en todo momento; gracias a Carlos, monitor que, al igual que ellos, nos estuvo dando truquillos y consejos que nos ayudaron a hacer este viaje más fluido; gracias a mis compañeros por hacer que, personalmente, haya disfrutado tanto de esta experiencia; y gracias al Pasamonte por organizar estos viajes. Oye, que mejor dejo de ponerme tan nostálgico, y lo digo, tal cual lo hubiéramos dicho la mayoría de los alumnos:
"Ha molao mogollón".
Y hasta aquí el diario del viaje de fin de curso de 6º de primaria 18/19. Espero haberos relatado lo esencial para que os hagáis una idea, haberos sacado una sonsrisilla y que hayáis disfrutado de un buen rato. ¡Hasta la próxima! 😉P. D.: ¡Hoy es mi cumple! ;]
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