Hemos pasado unos días en Asturias, alojados en un camping desde el que hemos disfrutado del ambiente, excursiones y sabores de la provincia.
El primer día vimos un poco el camping y nos acostumbramos al fresquito, ¡10º menos que en Madrid! ❄

El segundo, fuimos a hacer una mini excursión cerca del pueblo "La Molina". Vimos un río donde intentamos hacer ranas 💦, encontré una mora madura y vimos un puente muy alto que daba al río. Por la tarde, fuimos a los lagos de Covadonga en autobús. El trayecto (ida y vuelta) se me hizo un poco largo y molesto, ya que el terreno era montañoso y había curvas cada 2 x 3. Pero una vez llegamos a los lagos (donde pasamos un poco de frío, increíble), hicimos una senda desde la que pasamos por un mirador, pasamos por una mina agachados, hicimos panorámicas y... vimos muchos excrementos de vaca 💩, ya que pastaban a sus anchas. Mi hermana intentó tocar una, pero... ¡la vaca se dio la vuelta y Esther se asustó! 🐄🐮 😳

Luego nos fuimos de allí y nos dirigimos hacia la playa de la Griega, donde hicimos una ruta para ver icnitas (huellas de dinosaurio), y, más tarde, darnos un chapuzón en las embravecidas aguas del Cantábrico 🌊.
Por último, fuimos a observar el mirador del Fitu, desde donde se contemplaban unas vistas fascinantes en 360º. 😲

Y de postre, fuimos a un bar-restaurante donde comimos unos helados, un cafelito y un arroz con leche (que mi madre insiste en que ponga que le supo a gloria. 😭
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Ralts shiny |
Y el caso es que ya estabamos cansados y cascaba el sol, así que optamos por dar la vuelta. Y a la vuelta descubrimos el cartel. 😣😣😤 Nos pasamos unos minutos lamentándonos y, tras observar el imponente Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes), volvimos al pueblo y descansamos un poco más antes de emprender el camino de vuelta, que, entre la hidratáción, los ánimos, y la sombra que había dada la posición del sol respecto a las montañas, se me hizo mucho más corta. Cogí el coche muy feliz, ya que estábamos agotados. 😇
El 5º día no estábamos para muchas emociones, así que nos trasladamos hacia la cueva del Cobijeru. Vimos un arco de caballo natural hecho de piedra, bufones (chimeneas entre la roca, resultado de la erosión kárstica), una cueva con estalactitas y la del Cobijeru, donde no había casi luz y tenía un final que daba al mar. Eran unas vistas espectaculares.
Después puimos a comer a Casa Poli, un restaurante muy bien valorado localizado en Puertas de Vidiago, otro pueblo. Allí nos relamimos ante un pulpo a la gallega espectacular y un delicioso y potente cachopo.

Y al sexto y último día realizamos otro trayecto que nos fortaleció los músculos, ya que... ¡descendimos el río Sella en canoa! 🌊🛶🌊 Alquilamos un par de ellas y unos tentempiés y recorrimos siete kilómetros y medio. Lo más interesante fueron los rápidos, en los que siempre nos atascábamos y/o dábamos la vuelta y/o nos chocábamos con alguien (esto último se repitió bastantes veces, la verdad). 😵
Luego nos recogió un camión de la empresa, nos dimos una ducha calentita y volvimos al camping.
Por la noche cenamos en el bar del camping (que estaba bastante bien, por cierto) unos platos y unas pizzas. 😋
Al día siguiente debíamos irnos. 😩 Pero antes de partir, hicimos un vídeo del camping para recordarlo y enseñárselo a los primos en el pueblo. Y ya, con el equipaje hecho, dejamos el camping.
EPÍLOGO

Por último, y tras unas horitas de viaje con sus respectivas paradas, llegamos a Madrid, donde, por la noche, nos dimos masajes en las agujetas que teníamos a causa de Bulnes y el descenso.
¡Ha sido un viaje muy bonito y me ha encantado Asturias!
P.D.: ¡Sigo creando nuevos y mejores niveles de SMM2! 😉
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